relatividad (relativity) 2020 the gray man series |
micromachismos (micromachisms) 2020 the gray man series |
recomponerse (recompose) 2020 the gray man series |
pulsion 2020 gif-the gray man series |
desorden (disorder) 2020 the gray man series |
miedos (fears) 2020 gif-the gray man |
inutil (pointless) 2020 the gray man series |
Díalogos en torno a la exposición DIS-CONTINUA
JV: Aun remontándome a
series tuyas realizadas hace más de dos décadas, en tu obra de entonces ya se pueden percibir elementos que a día de
hoy, habiendo sufrido una enorme evolución, parecen seguir presentes: la carga
de incertidumbre y paradoja en la expresividad del cuerpo y el gesto humanos,
la potencia de la atmósfera y el carácter de tus puestas en escena, y tu forma
de emplear en tu práctica artística recursos de la fotografía, el teatro, la danza, el vídeo y
la escultura para generar un espacio de incertidumbre que pone en crisis la
forma tradicional de identificar al artista con el empleo de un medio
específico.
CF: El cuerpo siempre fue mi
lugar de residencia. Muy poca gente sabe que mi
primer trabajo
fue una serie titulada “Auto-desnudos” donde tomando mi propio cuerpo como
desaparecía parcialmente fruto de un rudimentario efecto de movimiento. Por eso
cuando vi aquellos trabajos tuyos de “Animal
vegetal” o “Espacio poseído” quedé en
estado shock y pensé esto es lo que
quiero hacer. Luego, en aquel taller de Tarazona, una frase tuya me quedó
profundamente gravada “soy un perro dando
vueltas en torno al mismo árbol”. Es cierto, yo no sé tú pero yo sigo dando vueltas a los mismos temas, de una
forma casi obsesiva, y a cada giro me conozco mejor. Se incorporan nuevos
elementos, nuevas disciplinas pero la base es la misma.
JV: Me gustaría empezar con
este último asunto que ha estado presente en conversaciones que hemos
mantenido, y que a pesar de la
normalidad con la que muchísimos artistas ya no se identifican con el uso de uno u otros
medios para desarrollar su trabajo, parece que genera una cierta polémica.
CF: Sí, tienes toda la razón, siento que los medios se desdibujan, siempre
me he considerado fotógrafo, este era mi medio natural (nunca tuve dotes, ni paciencia
para el dibujo más allá de unos bocetos). Así que, cuando descubrí la
fotografía, me sentí aliviado, este era
mi terreno, su inmediatez me permitía ver resultados aunque fuera en base a ensayo-error. A media que iba delimitando el ámbito, me encontraba
más a gusto reconociendo aquello que no quería ser. Descubrí que no me interesaba el reportaje y ni tan
siquiera los exteriores; hoy sé que lo que no me interesaba era “la realidad”.
Me explico, sí me perturba todo lo que pasa a mí alrededor pero necesito
recrearlo, experimentarlo para generar un bálsamo, como cuando tienes un problema
y lo cuentas a un amigo, ya es menos problema si lo compartes.
En mi caso la transición a otros medios se produce de una manera natural, por
una necesidad de amplificar el mensaje. A la hora de revisar las imágenes en el
ordenador, percibo una cierta animación entre fotos que me lleva a generar esos gif de tono repetitivo, casi obsesivo, a mitad de camino entre la
foto y el video.
En cuanto a las instalaciones y esculturas, solo me limito a recrear
escenografías anteriormente fotografiadas con el único propósito de introducir
al espectador en la escena, de hacerlo participe de lo que está sucediendo. En
este caso la fotografía se convierte en boceto de lo que posteriormente será
una escultura.
En redes
sociales me siguen muchos escultores, lo cual me sorprende puesto que nunca lo
he pretendido. Sólo trato de dar vida a representaciones humanas para contar
historias. Como me decía un amigo, lo mío no son las naturalezas muertas sino
los bodegones vivos.
JV: Me parece que en tus
trabajos de los años 90 ya incorporas elementos del teatro y la danza, así como
referencias mitológicas y de orden alegórico para construir tus fotografías.
Parece que la evolución natural hacia un territorio más abierto, ambiguo y
complejo en relación al uso de distintos
medios (video, escultura, fotografía) estaba anunciada. ¿Cómo vivías en el
pasado y cómo vives hoy esta relación con los distintos medios que empleas?.
CF. Mi primer acercamiento al teatro y la danza surge con la serie “La
danza de los malditos” en la que los modelos pertenecían a estos géneros y es
ahí donde tomo conciencia del valor de la expresión corporal.
El cuerpo humano trasmite una
poética, una complicidad, una conexión inmediata con el espectador, pero al mismo
tiempo también tiene unas limitaciones. El desnudo tiene unas connotaciones muy
potentes de las que es difícil abstraerse, lo sexual, de género o el rol de
belleza, son lastres que juegan en contra y creo que tú me puedes hablar mejor
de esto.
De los muñecos me quedo con la
inmediatez, las posturas imposibles y la disponibilidad. Realmente son cosas
distintas un maniquí es una representación humana y como tal su nivel de abstracción
es mayor. Nunca vas a preguntar quién es este muñeco ni porqué está haciendo
esto. Sientes que estás siendo engañado, pero como niños no percibimos los
hilos ni la mano detrás de la marioneta.
No me arrepiento de haber cambiado la piel por el plástico y, sinceramente
no tengo la sensación haber modificado la base troncal de mi discurso, sigo
hablando de la soledad, la incomunicación, el desequilibrio o las ansias de
libertad.
JV: En tus figuras aprecio
una expresividad cargada del histrionismo propio de las máscaras del teatro
griego, pero también un tono caricatural e irreverente cercano al cómic o al
teatro japonés tradicional. Retomando el asunto de la incertidumbre y la
paradoja presentes en la expresividad de los rostros y cuerpos que pueblan tus
universos de distopía, tengo la sensación de que tanto fotografías, esculturas
y vídeo nos llevan a un campo narrativo donde toda resolución lógica pierde
sentido. Tus esculturas permanecen en un tiempo flotante, frágil, más propio de
la fotografía, y en tus fotografías el tiempo parece solidificarse como lo hace
en una escultura. Incluso en los vídeos el tiempo es circular, paradójico,
incómodo. Las acciones están desprovistas de dirección o propósito. ¿Qué papel
tiene para ti la expresividad del gesto (corporal, facial) en relación a los
distintos medios que empleas?
CF: Es cierto que las fotos parecen
viñetas de comic, quizás por esos rostros histriónicos o por la carga irónica
de las escenas. Creo que mi terreno de
juego está en el ámbito del absurdo, a
la manera de Samuel Beckett, Robert Wilson o Dimitris Papaioannou. Y en esto
tiene mucho que ver un pequeño movimiento experimental intercambiando las cabezas y las
manos de los muñecos lo que me permite personalizar las escenas. Anteriormente
eran todos iguales y se movían como colectivo a la manera de Juan Muñoz. Por
eso te puedo decir que para mí es muy importante el gesto, hay ideas que son
desechadas porque todavía no he encontrado la postura, el enfoque que sea capaz
de sintetizar lo que quiero contar… puedo estar volviendo a retómalas una y otra
vez hasta que lo logre. La escultura y el video me están amplificando la visión.
Cuando estoy concentrado en la soledad del estudio soy capaz de ver que escena
es perfecta para gif y provocar esa
situación. En cuanto a las esculturas siempre estarán marcadas por la mirada de
un fotógrafo y es por eso que doy mucha
importancia a su iluminación en el espacio de la sala, para generar ambientes
en los que hacer participe al espectador.
JV. El “hombre gris” está presente en tu obra bajo
esta denominación desde que presentas la serie homónima en 2012. Este ser
fantasmal que deambula en un limbo de carácter surrealista, configura un
universo en el que se despliegan todo tipo de alegorías y metáforas sobre una
humanidad en estado de permanente crisis.
La dislocación,
el paroxismo, la locura, la tensión física y gestual y la suspensión narrativa
de tus figuras y sus absurdas acciones nos conducen a un mundo de
desestabilización, discontinuidad e incertidumbre que tu defines como condiciones necesarias
para crecer o evolucionar.
CF. Este proyecto expositivo se titula Dis-continua porque
entiendo que el desarrollo humano no es algo lineal, las crisis sociales o las
depresiones personales forman parte muy importante de nuestro crecimiento. El
equilibrio es nuestra razón de ser nuestro propósito constante en la vida.
A los pocos días
del comienzo de la exposición, uno de los vigilantes me llamó alarmado porque
la cabeza que estaba en el suelo, como parte del montaje original de una de las
obras, apareció sobre la silla que estaba vacía. Alguien debió pensar que se
había caído y la colocó donde creía que era su sitio. La moraleja de esta
anécdota es que no soportamos el desequilibrio y que siempre estamos buscando
el orden de una forma u otra. Lo que sucede es que tenemos miedo al cambio, a
la perdida de estabilidad. Pero, como en una bicicleta, sólo mantenemos el
equilibrio cuando estamos en movimiento.
JV. Desde su
inmóvil penumbra los personajes nos invitan, a través un ejercicio de identificación
y empatía, a cuestionarnos sobre nosotros mismos. El universo distópico que construyes parece conducirnos
a ser testigos de oscuras relaciones de poder, a visitar espacios fronterizos
de nuestra propia psique. ¿Podemos entender tu propuesta como una invitación a asomarnos
a los espacios de crisis de nuestra mente, enfrentarnos a nuestras propias sombras
y ser desafiados a un cambio?
La locura solo es una forma creativa de ver la realidad,
y un cierto grado es necesario para ver las cosas con otro prisma. Las crisis
no son algo peyorativo, son una respuesta inmune de la psique y como tales
debemos verlas, como algo necesario y tremendamente positivo. ¿De que otra
manera seriamos capaces de cambiar nuestra manera de pensar?
Creo que el mayor alago lo encuentro cuando alguien me
dice que mis fotografías le hacen pensar.
La serie El hombre gris empezó como un viajero con una mochila cargada de preguntas. A día
de hoy, “el no lugar” que habita me va resultando más familiar pero no menos inhóspito
y parece que con los años se van desvelando algunas incógnitas, aunque ya no estoy
seguro si en ello tiene que ver más el
tiempo o la experiencia. Lo que sí está claro es, que este trabajo a quien
sirve y a quien salva es, a mí. Este es mi propio método de auto-ayuda .
“La acera muy
transitada de cualquier ciudad, todos caminan con un ritmo frenético, en el
puro ajetreo cotidiano un hombre levanta la cabeza, su mirada se desplaza desde
el suelo para posarse por encima de todos los demás, sus pensamientos pasan a
otro nivel. Se pregunta qué hace en aquel lugar, a donde van sus pasos y
qué sentido tiene su vida… luego baja la mirada y sigue caminando.
Ese hombre gris soy yo”.
Ese hombre gris soy yo”.
Esto lo escribí en 2012 pero lo sigo suscribiendo
hoy…
GIF 2020 THE GRAY MAN SERIES
cienmanos gif (hundred-handers gif) 2020 the gray man
la pierna (the leg) 2020 gif.The gray man |
pedestal 2020 gif. the gray man |
plegaria (prayer) 2020 gif the gray series |
ponte en sus pantalones (put yourself in their pants) 2020 gif. the gray man |
reflejo (reflection) 2020 gif . the gray man |
retorica (rhetoric) 2020 gif. the gray man |
inestable (unstable) 2020 gif the gray man |
control 2020 gif the gray man
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